Un acto de recreación . Hay muchas ideas raras en este mundo. Todas basadas en cuentos populares, tradiciones ancestrales, miedos irracionales, o versiones edulcoradas de lo que desearíamos que fuese la realidad. Y ninguna de estas ideas está basada en nada comprobable, claro. Nadie puede decir "-¡Eh, mira, junto al semáforo, otro fantasma cruzando la calle! ¡Sí, es cierto, lo veo! Bueno, esto por aquí es raro de ver, pero en Canillejas es un no parar-". O "-Tu abuelita fallecida te manda saludos desde el más allá... ¡Es verdad, señora medium, lo oigo tan claramente como oigo el canto de los pájaros, que son igual de reales que esto que me cuenta por 50 euros la sesión!-". O "-Mi niña adolescente se comporta como un jodido demonio últimamente, me insulta y me grita. Creo que está poseída por Satanás. Sí, hija, qué me vas a contar. Anoche por la tele vi el programa ese de los exorcismos, donde extraen a los demonios por la boca de los poseídos. ¡Cómo salían