Leyendo el otro día sobre los vericuetos de la televisión en España, sobre el share, el prime time, los picos de audiencia, y las políticas de programación y cancelación, y en general sobre lo horrible que es nuestra televisión nacional, me topé con información muy interesante sobre le tema. Preocupante, más bien.
Resulta que hay 4.500 familias anónimas en España que deciden lo que debemos ver todos en la tele. Es decir, que en estas familias y sus audímetros se basa SOFRES para medir la audiencia española.
El caso es que acaba de salir una reciente investigación dirigida por Alejandro Pérez Blanco, en forma de pequeño documental de diez minutos, en el que se responden todas esas preguntas que nos hemos hecho alguna vez sobre aquellas personas que tienen audímetros en sus casas y pretenden representar al total de la población nacional.
Gracias a este documental, también podemos al fin saber de qué manera deciden las televisiones a la hora de quitar o poner programas o series en su parrilla, o de juzgar lo que vende o no vende.
Resulta que hay 4.500 familias anónimas en España que deciden lo que debemos ver todos en la tele. Es decir, que en estas familias y sus audímetros se basa SOFRES para medir la audiencia española.
El caso es que acaba de salir una reciente investigación dirigida por Alejandro Pérez Blanco, en forma de pequeño documental de diez minutos, en el que se responden todas esas preguntas que nos hemos hecho alguna vez sobre aquellas personas que tienen audímetros en sus casas y pretenden representar al total de la población nacional.
Gracias a este documental, también podemos al fin saber de qué manera deciden las televisiones a la hora de quitar o poner programas o series en su parrilla, o de juzgar lo que vende o no vende.
El documento se titula "¿Quién esta ahí?", y nos muestra por primera vez las razones por las que la televisión en abierto es tan mediocre. Claro, ¿cómo pueden 4.500 personas elegidas al azar, representar los gustos de más de 40.000.000 de españoles? Por estadística, esa cifra ni siquiera podría representarnos a todos, pero aunque pudiese, ¿no es posible que las personas no puedan medirse tan fácilmente como las naranjas?
El problema es ¿cómo medir las ventas de un producto que no vendes, como sí sucede con un libro o un disco?
A las televisiones, a SOFRES, y a los anunciantes, este método les vale.
Y a causa de sus datos, decenas de profesionales del mundo audiovisual ganan o pierden sus trabajos, y los programas o series televisivas son injustamente ensalzadas o canceladas.
El problema es ¿cómo medir las ventas de un producto que no vendes, como sí sucede con un libro o un disco?
A las televisiones, a SOFRES, y a los anunciantes, este método les vale.
Y a causa de sus datos, decenas de profesionales del mundo audiovisual ganan o pierden sus trabajos, y los programas o series televisivas son injustamente ensalzadas o canceladas.
"La gente que tiene un audímetro en casa está obligada por contrato a mantener cierta confidencialidad sobre el asunto. Todo esto, a los profesionales del audiovisual, nos parece como mínimo, poco transparente."
Sergio Barrejón, productor del cortometraje y creador de Amar en tiempos revueltos y La Señora.
Alejandro Pérez, el director del corto, conoció en un bar, por pura casualidad, a un tío que tenía un audímetro en casa. Entonces se le ocurrió la idea de hacer el documental. El tío aceptó ayudarle si mantenían su identidad en el anonimato, para que SOFRES no le denunciase. Por eso, su voz en el documental está doblada por un actor y su cara está borrada digitalmente. El audímetro que se muestra en el corto y todo lo que se cuenta en él, es muy real.
El documento ha sido presentado directamente en internet, pasando olímpicamente de festivales y, por supuesto, de cadenas de televisión. Han pedido que se difunda la palabra por la red entre todos aquellos que vivimos un ratito de nuestras vidas en ella, y me pareció suficientemente interesante como para hacerlo, así que aquí os lo dejo, en HD.
Que lo disfrutéis.