Lejos de melancolía, lo que siento en momentos así es un extraño calor interior; las calles siguen vivas, con sus tiendas abiertas y sus neones encendidos, pero están vacías de gente. Es esa tranquilidad la que disfruto, cuando vuelven los recuerdos de la infancia en los que la lluvia me hacía acurrucarme en el calor del hogar y divertirme con placeres menos mediterráneos, leyendo o jugando a videojuegos con mis hermanos.
Supongo que cuando vives en un sitio donde hace sol casi todo el año, puedes darte el lujo de deleitarte con el mal tiempo.
La lluvia destiñe el mundo y lava el color del cielo, de las paredes de las casas, de las calles. Lo unifica todo en una masa de brillantes tonos grises, donde los colores ya no te impiden ver el bosque.
Me gusta salir a pasear bajo esta refrescante lluvia, mientras la gente corre a resguardarse a sus casas.
Me gusta salir y disfrutar del mundo para mí solo.
Feliz mal tiempo.
La pintura es de Alexei Butirskiy y el video de Garbage.
Feliz mal tiempo.
La pintura es de Alexei Butirskiy y el video de Garbage.