Me pregunto si la gente de hoy sabe realmente lo que significa "de culto" o es una etiqueta que le ponen a cualquier cosa que se salga de lo que conocen, de lo convencional (entendiendo convencional como adjetivo meramente cuantitativo, no cualitativo). Quizá lo hacen por miedo a ser excluidos por la scene cinéfila si admiten que la peli que han visto les ha parecido una SOBERANA MIERDA, y no arte y ensayo.
Sí, amigos, y es que hoy he visto la peor película de la década (si no de la Historia): la tomadura de pelo canadiense intitulada "Beyond the Black Rainbow", ópera prima de Panos Cosmatos (hijo -intuyo que mimado- de George Pan Cosmatos, director de Rambo). Y para hacer justicia necesito des-recomendárosla.
Este engendro de, supuestamente, ciencia-ficción/horror pero "con mucho estilo" es un esperpento cuya "trama" se reduce a "una chica con poderes está atrapada en una celda. Un día abre la puerta, escapa de las garras del científico que la mantiene cautiva y... fin". Bueno, pues ves la peli y parece aún más simple que la sinopsis. ¿Y por qué esta peli mala merece más líneas que cualquier otra de serie B o Z? Pues porque esta no es honesta, esta va de otra cosa. Va de trascendental. Va de referencial. Va de retro. Va de guay.
Esta burla a la inteligencia y a la profesionalidad es un cortometraje barato en todos los aspectos, alargado sin sentido hasta las casi 2 horas y fundamentado en una sucesión de primeros planos pedantísimos que cuentan malamente una historia casi totalmente vacía de contenido, de inteligencia y de corazón, y pretenciosa hasta decir basta aun pareciendo haber salido de la pobre imaginación de un adolescente sin cultura en esa edad en la que no tienes formado el criterio y encima crees que cada una de tus mediocres ideas son geniales porque no sabes que todo se ha hecho ya mil veces y MEJOR; que mete algunos guiños a clásicos del género de los 60, 70 y 80 mezclados sin orden ni concierto, como quien no distingue el estilo o la época a la que pertenecieron sus directores, y que dan más vergüenza ajena que otra cosa por su burdo intento de hacerle "guiño, guiño, codazo, codazo" al cinéfilo; y con un estilo narrativo que te hace dudar de si lo que estás viendo no será una puta broma o la obra de un recién graduado en cine con ínfulas, graves problemas cognitivos y sin amigos ni familia que le digan la dura verdad sobre su trabajo.
Esta "película de culto" de baratillo ha sido realmente una de las experiencias cinematográficas más exasperantes e insoportables que recuerdo (¡nunca se acababa!), y no comprendo cómo los sitios de internet sobre cine que he visitado tras su visionado no la ponen a parir sin miramientos (veo que la puntuación media es un 6, ¡un 6!) y en cambio le regalan críticas tan innecesariamente relamidas como la propia película y halagos absurdos como "es parte Cronenberg, parte Bava, y parte De Palma" (por favor, me sangra el cerebro), o excusas gilipollas de las que das cuando no has entendido nada pero no quieres admitir que te han tangado el dinero de la entrada tipo "no es para todos los gustos" o el clásico repateante "no todos van a entenderla". ¡ESNOBS!
Diría que parece la película lisérgica que gustaría a charlatanes volados como Jodorowsky, pero no sería cierto. J está loco de verdad, es honestamente delirante, pero esta película solo lo pretende, se pone mecánicamente y sin alma la máscara del ritmo lento y la música monótona y lo finge; es una impostora.
Me quedo con la única crítica y puntuación que me parecen mínimamente cercanas a lo que pienso de esta "cosa" filmada en vídeo y mal llamada cine:
"This would-be cult classic is the movie equivalent of gazing at a lava lamp for nearly two hours."
0.5 de 10
Lou Lumenick, New York Post.
Te juro que prefiero la lámpara de lava.